Viajes futuristas

¿Quién conduce el taxi?

Hola de nuevo, quisiera haceros una pregunta queridos lectores. ¿Qué entendéis por progreso? ¿Y por futuro? Os preguntareis a que vienen tantos interrogantes, tantas cuestiones filosóficas y tanto simbolismo, y sobretodo, que tiene que ver con los viajes.

¿Qué entendéis por viaje? Muchos piensan que el ecologismo, en sentido estricto, conlleva retraso. Su ideal utópico es irreconciliable con el futurismo y entorpece el progreso de la humanidad. Eso dicen, yo reflexiono y pienso para que queremos una humanidad futurista con innumerables avances tecnológicos si la vida de Madre Naturaleza se agota, y con ella nuestras vidas, y con ella nuestros sueños de poder viajar a nuevos lugares para enriquecer nuestro espíritu. Siempre hemos soñado con viajes futuristas, está en el imaginario de Hollywood, de artistas y de innumerables soñadores como yo, y como muchos de vosotros. Futurismo y Ecología pueden celebrar un enlace nupcial y aquí tenéis un ejemplo.

El lanzamiento por la agencia espacial estadounidense del jet supersónico de la NASA, el X-43A que rompió 7 veces la velocidad del sonido, al registrar más de 7.000 kilómetros por hora, supuso un antes y después en la modernización de los viajes aéreos y está siendo considerado como el próximo escalón de los vuelos comerciales. Sin embargo, como es propio en iniciativas tecnológicas similares se debe enfrentar a altos costos y posibles consecuencias negativas para el medio ambiente.

Para los irrespetuosos con el medio ambiente surgió optimismo ya que a pesar de todo con esta nueva tecnología, un vuelo entre Londres y Australia podría efectuarse en 2 horas, en vez de las 14 horas que dura actualmente. Para los que ni saben ni contestan, para los indiferentes o para los indecisos que tienen miedo a desencorsetarse, aunque solo sea un poquito, del sistema; les produjo aceptación del proyecto y comodidad, y por último, para los ecologistas les produjo pesimismo. Pero, ¿y un taxi sin conductor? El primer pensamiento: “¿que me estas contando?” Lo que lees.

A principios del año 2005 fueron probadas con éxito las primeras unidades impulsadas por un motor eléctrico en una pista especial en la capital de Gales, Cardiff, en el Reino Unido. El novedoso taxi automatizado, que se conoce como ULTra –Urban Light Transport–, fue ideado por el grupo de transportes avanzados de la Universidad de Bristol y hoy está siendo puesto a punto por la firma Advanced Transport Systems, que dirige Martin Lowson, el padre de la idea. Con capacidad para cuatro viajeros y equipajes, los vehículos consisten en unas cabinas o pequeñas cúpulas con neumáticos de goma que circulan por una especie de monorraíl y que pueden alcanzar 45 kilómetros por hora. Para su uso, los viajeros adquirirán una tarjeta inteligente, que les permitirá subirse y bajarse en la parada seleccionada. El costo de esta tarjeta inteligente es similar a un pasaje de autobús, ya que utiliza un 75% menos de energía que un automóvil y un 50% menos que un autobús. En esta última característica reside el ecologismo y el crecimiento sostenible de esta nueva propuesta de transporte.




Sistema de Transito Personal Rápido en Heathrow

Por si fuera poco, el auto no tiene que parar en todo el recorrido, por lo menos el que ya transporta pasajeros entre la terminal 5 del aeropuerto londinense de Heathrow, evitando la congestión. 18 modelos de estos autos, los cuales han sido bautizados con el nombre de Sistema de Transito Personal Rápido, comenzaron a probarse el pasado año en Heathrow.

A todo esto hay que añadir otras características llamativas de este sistema de transporte como la no necesidad de conductor gracias a un ordenador y a un sistema de navegación que lleva incorporado, que permite al vehiculo desplazarse por la ruta ya predeterminada.
El diseño del PRT, posee puertas similares a las del metro, en su interior los asientos están dispuestos a la izquierda y derecha del vehículo, enfrentados entre sí. A través de un sistema informatizado táctil, el viajero podrá indicar a la máquina el lugar de su destino, el inicio de la marcha, además, ofrece la posibilidad de avisar a los equipos de emergencia en caso de necesidad.

Si habéis visto la película de los Simpson, recordaréis una escena en que Nelson amenazaba con arrearle un mamporro a Milhouse si este no decía que “el cambio climático es un mito”. Estos taxis son mito y hecho. También son una nueva forma de viajar por lo que no podíamos dejar de hablar de ellos. Si aun pensáis que el futuro no puede ir de la mano del ecologismo es que aun no habéis leído esta entrada.





Personal Rapid Transit es Masdar (Emiratos Arabes), ciudad 
a la que Cardiff arrebató el honor de ser la primera ciudad con  transporte sostenible del mundo.






Entrada realizada por José Ángel Esquinas




Viaje al espacio, un sueño al alcance de unos pocos privilegiados 



Repasando la historiografía de la aviación podemos darnos cuenta de lo que ha avanzado el ser humano en este campo en el último siglo. Por todos es conocido que desde siempre el sueño del hombre ha sido poder volar, pues siempre ha envidiado la capacidad que tienen para ello las aves. Ello se ha expresado en gran variedad de áreas. 


En la mitología griega hay un ejemplo muy claro al respecto que tiene como principales protagonistas a Dédalo y su hijo, Ícaro, quienes fueron encerrados en un laberinto por el rey Minos. Para liberarse de esa prisión, Dédalo fabricó unas alas a su hijo, las cuales enlazó con hilo y cera, para que ambos pudieran escapar. El final de la leyenda lo conocemos todos…



Pasó mucho tiempo desde los mitos clásicos hasta el primer hito en la aviación, sin que nunca el hombre dejara de persistir en esa idea que se comparaba con la Torre de Babel.
Ni siquiera el genio renacentista Leonardo Da Vinci esquivó la tentación de diseñar una maquina voladora. Sin embargo, nunca llegó a construir tales máquinas. 


En el siglo XVIII el hombre empezó a experimentar con globos aerostáticos. El primer vuelo humano del que se tiene noticia fue realizado en París el 15 de octubre de1783.


Pero sin duda alguna, quienes han obtenido el mayor reconocimiento internacional en este sentido fueron los hermanos Wilbur y Orville Wright, quienes fabricaron un avión más pesado que el aire e hicieron un primer vuelo, en 1903, de solo 12 segundos. 


Otros tipos de aeronaves veían también la luz a comienzos del siglo XX, como el zeppelin o el helicóptero. 

En muy poco tiempo y, como suele ocurrir con tantos otros inventos, lo que en un principio podía ser un aparato que acortara distancias y acercara personas, se convirtió en una de las armas de guerra más importantes de los ejércitos de las principales potencias de la época. 

Durante la Primera Guerra Mundial, los aviones tenían la misión de labores de vigilancia y reconocimiento sobre terreno enemigo y no fue hasta el final de la guerra cuando empezaron a ser utilizados como herramientas mortíferas, cuando se empezó a equipar a los pilotos con bombas que ellos mismos arrojaban con la mano. En ese sentido, el salto cualitativo y cuantitativo que se comprobó en la Segunda Guerra Mundial fue capital.

En el periodo de entreguerras, se organizaban concursos para ver quien era capaz de realizar el trayecto Paris-Nueva York o viceversa sin escalas, premiando al piloto con 25.000 dolares. El primero en lograr ese hito fue  Charles Lindbergh con su Spirit of Sant Louis. 

Los españoles no quisimos pasar desapercibidos en el campo de la aviación. Juan de la Cierva fue el inventor del autogiro y el hidroavión español Plus Ultra, a los mandos de Ramón Franco y Julio Ruiz de Alda, cruzó el Atlántico Sur en 1926 desde la localidad de Palos de la Frontera (Huelva, España) hasta Buenos Aires (Argentina).

Pero dejando tiempos pasados más nostálgicos a un lado, el siglo XXI nos reta a dar un salto secular. Después de que el hombre llegara a la Luna el 20 de julio de 1969, y más de 3 décadas después desde la última expedición humana a nuestro satélite, el gusanillo de viajar al espacio se ha metido en el estomago de algún excéntrico millonario. 

Es el caso de Richard Branson, dueño de Virgin Group. La compañía ya ha planeado lanzar vuelos suborbitales (en una primera fase) y también orbitales posteriormente. El precio del pasaje será de unos 175.000 dólares. Así que de momento solo los ricos podrán disfrutar de ver la Tierra desde el espacio. El resto de los mortales seguiremos soñando…


Entrada realizada por Ignacio Heras